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Fibromialgia en infancia y adolescencia (Parte 1)

Como se presenta la fibromialgia en niños/as y adolescentes y que hacer, primeros pasos.


Esta es la información que nos hubiera gustado, a mi madre y a mi, tener cuando era niña.



Para empezar pongamos en contexto como es padecer fibromialgia - fatiga crónica en los jóvenes.

La mayoría de los síntomas coinciden con los de los adultos pero hay ciertas peculiaridades.

  • El dolor generalizado en niños y niñas suele avisar antes con dolores más dispersos.

  • La baja tolerancia al dolor y la rigidez son mayores que en los adultos.

  • Es muy alta la incidencia de dolores de cabeza y más aún la de insomnio.

  • En cuestión de género se presenta tal y como en los adultos, es decir, hay una mayor incidencia en las niñas.

  • Las edades más afectadas son entre los 9 y los 15 años.



Origenes de Fibromialgia en menores.


El inicio de los síntomas en menores está relacionado, al igual que en los adultos, con momentos de estrés mantenido en el tiempo (bullying, época de exámenes, problemas en casa...) o un estrés agudo puntual pero de cierta seriedad (accidende, virus, pérdida...). Hay que tener en cuenta que a un menor le puede alterar sobre manera algo que para nosotros no tenga demasiada importancia y que, en el caso de los adolescentes, están rodeados de cambios sociales, emocionales y hormonales importantes.


En mi opinión, y poniendo sobre la mesa el trabajo de reentrenamiento del SN (Sistema Nervioso), niños y niñas tienen un factor de riesgo añadido como inicio de los síntomas; la convivencia con una persona con fibromialgia o con un sistema nervioso en hipervigilancia.


¿Heredan los hijos su fibromialgia?


No hay ningún estudio médico que lo demuestre.

Aún así el porcentaje de niños/as que comparten con sus padres/madres fibromialgia es realmente alto. En mi opinión y esto es totalmente lógico, el niño, la niña aprende de sus padres para sobrevivir y por imitación.

Un Sistema Nervioso en hipervigilancia, como lo está el de una persona con SSC -Fibromialgia, se refleja en todos y cada uno de los gestos de la persona que lo sufre; en su manera de hablar, de moverse, de reaccionar a lo cotidiano y a los problemas, de lavarse los dientes o abrir un bote de mermelada. Se expresa en su lenguaje, en sus relaciones, en su gestión emocional, corporal, etc.



Si los padres están estresados, aunque no lo hablen con sus hijos, estos los perciben a niveles inconscientes, es decir, lo dejan grabado en lo más profundo de su cuerpo (SN) como si fuera un programa de ordenador y comienzan a funcionar desde ahí y para siempre si no reeducamos esa hipervigilancia (por eso se suele cronificar si nadie nos habla de que cambios hay que realizar y pasamos a la acción).


Por supuesto hay más factores que actúan para que un menor tenga Fibromialgia, por eso unos hijos pueden tenerla y otros no, al igual que hay niños y niñas o adolescentes que la padecen sin que ninguno de sus padres la sufra.


¡Ojo! Es importante tener en cuenta que no estar diagnósticado/a de Síndrome de Sensibilidad Central (Fibromialgia, fatiga crónica, etc) no implica que nuestro SN esté equilibrado. Todos tenemos signos de estrés en el cuerpo , es algo común, sobre todo en las grandes ciudades. Insisto en esto porque para ayudar a nuestros hijos/as es importante conocernos nosotros/as mismos/as y aprender a gestionar nuestro propio SNC.



Una mala y una buena noticia si tu hijo/a tiene fibromialgia.


La mala noticia muchas veces lo que aprendemos de manera inconsciente durante nuestros primeros años de vida permanece con nosotros durante la edad adulta, es por ello que cuanto antes tomemos cartas en el asunto y pasemos a la acción menos profunda será la huella impregnada en nuestro SNC.



La buena noticia


La buena noticia es que un/a niño/a es una esponja.

Igual que aprendemos siendo bien pequeños a lavarnos los dientes podemos aprender todos los recursos necesarios para equilibrar nuestro Sistema Nervioso y llevarlos a lo cotidiano.

Considero que todos/as deberíamos tener la oportunidad de aprender, lo antes posible y como medida preventiva a poner nuestros límites para no padecer un mal que cada día es más común y todos deberíamos conocer, si pasa y nos toca convivir con algo así, a regular por nosotros/as mismos/as nuestro bien más preciado: nuestra salud, mental, física y emocional.


El motivo de que se cronifique una fibromialgia es por un lado que se nos dice que no hay nada que hacer (salvo ir a yoga y relajarnos... esa no es la solución) y por otro que muchas personas no está dispuesta a pasar a la acción cambiando de hábitos y poniendo en marcha las estrategias que les sacarían del circulo vicioso o no pueden hacerlo (a veces querer no es poder).

Los niños tienen menos apego a sus inercias, son más moldeables y eso es una gran ventaja.



Mi experiencia con fibromialgia siendo una niña.


Padecer fibromialgia siendo tan niña para mi, no lo voy a endulzar, fue un infierno. No solo por los síntomas - sensaciones en sí (el dolor, la rigidez, el insomnio, la depresión...) también por el entorno que no podía hacer nada (o mejor, que no sabía que podía), los médicos que no daban recursos ni hilos de los que tirar, la incomprensión, etc.


Pero tuve a mi madre que me acompañó en todo momento, aun sin saber que me estaba pasando, sin ponerme en duda y sin soltarme de la mano. Acompañar, sin más ya es todo un mundo.


Comprender lo que estaba pasando lo cambio todo.


Mi falta de salud marcó gran parte de mi vida pero también me empujó a conocerme profundamente y a hacer cambios internos y externos a los que estoy infinitamente agradecida. Me ayudó a relativizar, poner límites y quererme a mi misma.


Hoy en día las familias tenéis mucha información valiosa de personas que hemos transitado ese camino. Hay mucho por hacer y todo merece la pena.




Un abrazo grande y bonito familia.

Cárol.


La información que ofrezco tanto en la web como en los talleres y sesiones personales no pretende reemplazar la atención regular por parte de los profesionales médicos. En ningún caso hago diagnósticos ni doy consejos médicos. No es mi campo.








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